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sábado, 17 de enero de 2015

Hoy 17 de enero se cumplen 40 años de la ley que permite el aborto en Francia.


Aprendiendo de las luchas de las mujeres. 

Hoy 17 de enero se cumplen 40 años de la ley que permite el aborto en Francia. 
Vino precedida de muchos años de lucha, durante los cuales hubo potentes manifestaciones (en 1971 desfilaron 40 000 mujeres en París). Hubo, también en 1971, « Le manifeste des 343 salopes » por el que mujeres muy conocidas (Simone de Beauvoir, Catherine Deneuve, Marguerite Duras, Gisèle Halimi, Agnés Varda, y así hasta 343) se auto inculparon de haber abortado. No las procesaron, claro, so pena de meter en la cárcel a lo más granado de la cultura francesa. Hubo, en 1973, la autoinculpación de 331 médicos... 
Por fin, el gobierno de derechas encargó a Simone Veil, ministra de sanidad, la elaboración de una ley. 
Simone Veil la defendió con gran determinación y valor ante un parlamento muy hostil (es su propio campo) compuesto por 300 y pico hombres y solo 8 mujeres. Tuvo que oír los peores ataques incluidos los de los bestias que la acusaron de hacer con los fetos lo que los nazis había hecho con los judíos. Lo cual constituía un doble escarnio teniendo en cuenta que era judía y por como consecuencia, fue deportada a Auschwitz-Birkenau, donde toda su familia murió salvo ella y una hermana.
La ley fue promulgada el 17 de enero de 1975. 
Es una mujer extraordinaria, que lo sepáis. De derechas pero culta, humana, inteligente y valiente. Su discurso en el parlamento es de antología. Aquí, un vídeo de resume histórico (en francés). 
Tomado de Pilar Aguilar Carrasco activista por los derechos de las mujeres.


“No podemos seguir cerrando los ojos sobre los 300.000 abortos que cada año mutilan a las mujeres de nuestro país”. Con estas palabras, Simone Veil, la ministra de Sanidad del gobierno de Jacques Chirac denunciaba el drama de los abortos clandestinos en Francia ante los diputados de la Asamblea francesa.

Veil fue la encargada de defender ley de la interrupción del embarazo, una cuestión que levantó un duro y agrio debate en la sociedad francesa desde el anuncio de su elaboración. Como la propia Veil recordaría más tarde en su autobiografía, Une vie, “frente a un estamento conservador -el médico- yo ofrecía tres significativos defectos: Ser mujer, estar a favor de la interrupción del embarazo y por último, ser judía”.

El primer día de debate en la Asamblea, un hemiciclo donde el ambiente era tan denso que se podía cortar el aire con el filo de un cuchillo, y con una buena parte de los diputados de su propia formación política en su contra, Simone Veil pronunció unas palabras que resonaron en toda la sala: “Me gustaría hacerles compartir una convicción de las mujeres. Pido disculpas por hacerlo ante una asamblea formada exclusivamente por hombres: Para ninguna mujer abortar es una cosa placentera”

A lo largo de más de veinticinco horas de debates Veil tendrá que escuchar los ataques más violentos (y hasta personales) desde los sectores más radicales de la derecha. La misma Veil verá cómo su casa amanece con pintadas injuriosas, cruces gamadas y recibe amenazas de los sectores más integristas. Un diputado, Alexandre Bolo, la acusa de “instaurar un nueva forma de eutanasia legal”. Las palabras del político conservador suscitan un gran escándalo en el parlamento cuando se le recuerda que la familia de Simone Veil había muerto en las cámaras de gas de los campos de concentración. Veil no abdica en sus convicciones, lo único que le preocupa es poder alcanzar esa mayoría necesaria para aprobar la ley. “Los poderes públicos no pueden eludir su responsabilidad” responde a los opositores mientras defiende su ley como” representante público y como mujer”.

Despues de tres días de debates apasionados y enardecidos, la ley de despenalización del aborto es finalmente votada en la noche del 29 de noviembre de 1974: 285 votos a favor y 188 en contra. En los votos a favor se mezclan los de la izquierda, socialistas y comunistas, y de centro. El proyecto de ley recorrerá despues el senado siendo finalmente el 17 de enero de 1975 promulgada. Una despenalización del aborto, que a pesar de sus limitaciones y provisionalidad, entre otras deficiencias, quedaba fuera de la cobertura de la Seguridad Social y acababa con una legislación que a lo largo del siglo XX había penalizado a las mujeres. En algunos casos hasta con la pena de muerte. Como el caso de Marie-Louise Giraud, que moriría en la guillotina en 1943 acusada de realizar abortos. Una mujer y un discurso de cuarenta y cinco minutos en la Asamblea habían conseguido cambiar finalmente el curso de la historia. La valentía y la firme convicción de una mujer que, quizás sin quererlo, acabaría convertida en uno de los iconos del combate de la mujer por sus derechos en el siglo XX.
CARLES GÁMEZ



http://smoda.elpais.com/articulos/simone-veil-el-aborto-y-la-proclama-de-las-343-zorras/5636
http://www.humanite.fr/il-y-40-ans-simone-veil-montait-au-creneau-en-faveur-de-livg-558324

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